¿Quién no se ha sentido perdido alguna vez en la vida?
Por lo visto ya tenemos solución y se lo debemos nada más y nada menos que a Nadiah Alsagoff. El remedio a dicho problema es más simple de lo que algunos podíamos, tal vez, imaginar: un paraguas que nunca deja de recordar exactamente dónde nos encontramos. Para Nadiah este trabajo explora su interés por la «relación entre el cuerpo, el yo y su posición en el mundo todos los días.»
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