Brian Robertson originario de Albuquerque, Nuevo México, pero afincado en Los Ángeles, es un artista que en sus recientes cuadros pinta a personas pero donde deberían ir sus caras dibuja cactus.
Este hecho me recordó a otros artistas que han pasado por Desconocida Entropía como a Miguel Vallinas, Julien Nonnon y Mlle Ben. La diferencia es que ellos en vez de cabezas humanas dibujaban las de animales.
Para entender por qué Brian Robertson hace esto es importante que sigas leyendo.
Me fascina la idea de la cultura como sistema operativo de nuestras mentes. Los retratos de cactus son mi forma de transmitir que mi «realidad» y las decisiones que tomo están, a menudo, influidas inconscientemente por una lente cultural que he heredado, así como por otros sesgos experienciales y biológicos».
Brian Robertson
En su serie «Imaginary friends«, Robertson imagina a sus amigos con cactus como cabezas, pintándolos de forma hiperrealista en acrílico blanco y negro sobre madera.
«La idea es que para cada amigo, hay una parte del conocimiento de esa persona que es objetiva o «real», y hay otra parte que es imaginaria o subjetiva, y las dos partes conviven y nos acercan más a la realidad sentida. Así funciona también la visión, lo que vemos es una combinación de lo que realmente captan nuestros ojos y lo que se denomina un «modelo interno» desarrollado por nuestro cerebro. La realidad, por tanto, es siempre una conversación entre lo que es y lo que se es capaz de percibir».
Brian Robertson
Disfruta de una selección de alguna de sus obras:













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