Belén Moreno

Tras un año de idas y venidas, por fin, Belén Moreno y Desconocida Entropía se pusieron de acuerdo y se sentaron a charlar con un objetivo claro: conocer mejor su obra. La entrevista ha sido un regalo. Desentrópico, desentrópica… Belén nos ha abierto su alma y en su interior hemos encontrado a una artista sensible y honesta.

Te invito a que leas, tranquilamente, la entrevista, pero antes una breve descripción de quién es y una selección de sus obras.

Belén Moreno es una ilustradora sevillana que nació en 1987. Sus inquietudes artísticas la motivaron a trasladarse, durante 8 años, a Granada donde estudió Bellas Artes e Ilustración. Tras sus estudios, volvió a su tierra natal, pero por temas laborales se mudó unos meses a Mallorca. «Un trabajo que desgraciadamente poco tiene que ver con la ilustración, pero es lo que hay. Ahora estoy de nuevo en Sevilla, aunque tampoco se por cuánto tiempo, aquí están las cosas difíciles.»

A continuación te dejo con una selección de sus obras:


El Topo


Tentaciones – El País


Bellice


Otras de sus obras:

 

Pues ahora que ya conocemos un poco más a Belén Moreno y su obra, es el momento de dar paso a la entrevista. ¡Es el momento de las pipas y el charloteo!

pipas y charloteo

¿Trabajas en Bellice Editorial o es un proyecto al que dedicas parte de tu tiempo? ¿En el periódico El Topo colaboras de forma permanente o solo les haces ilustraciones de vez en cuando?
Bellice es un proyecto editorial en el que trabajo desde hace tiempo con unos compañeros de profesión (y amigos), en el que nos metimos por amor a lo que hacemos y en el que intentamos dar rienda suelta a los trabajos que nos gusta desarrollar, intentado compartirlo y hacer que llegue también a los demás. Comenzamos publicando una revista digital en torno al mundo del arte y la cultura, pero ahora nos pasamos al papel y hacemos tiradas de pequeñas publicaciones, con diferentes temáticas. Autoproducción, autofinanciación y libertad creativa.
Para la editorial, he hecho algunos trabajos de diseño e ilustración, pero mi función principalmente es como maquetadora, una de mis pasiones ocultas [risas].

Para el periódico El Topo, sí que colaboro como ilustradora 100%. Comencé en 2015, en el número 9 y he colaborado hasta el número 22 de forma permanente. Hice un pequeño parón por motivos de tiempo y curro, pero ya estoy de nuevo a la carga en este número 26, que ha salido ahora en el mes de enero.

 

¿Cuándo te diste cuenta que lo que te gustaba era dibujar y el mundo del arte?
Yo, como la gran mayoría de los niños dibujaba cuando era pequeña. No sé cuándo empecé, pero sí, que fui de esos niños que nunca dejó de hacerlo y siguió dibujando.

 

¿Qué es el arte para ti?
Es una constante en mi vida. La única quizás.
Ha estado conmigo siempre, a las duras y las maduras. Me acompaña allá a donde vaya, se ha trasladado conmigo a todas y cada una de la ciudades en las que he vivido, ha estado presente en todos mis momentos, buenos y malos. El que me ayuda a conocerme mejor y mejor me conoce, el que no abandonaré en todos los días de mi vida, el que seguro que me acompañara en el final de mis días y el que enseñaré y compartiré con todos los que me rodeen.

 

¿Cómo describirías tu proceso creativo?
Pues siempre reflexiono y medito sobre las ideas a la hora de dormir. Ese momento en el que estás en la cama desconectada de todo y todos, ese es mi momento de claridad artística. Las musas vienen a arroparme y darme un besito de buenas noches. [risas].

Justo ese momento cuando la conciencia empieza a ser invadida por el inconsciente, se produce una simbiosis perfecta entre la lógica de lo que una quiere representar y lo sentimental y subjetivo del concepto en sí. Es mi hora mágica.

De hecho tengo siempre una libreta y un lápiz junto a mi cama, porque no sería la primera vez que tengo una idea genial (o por lo menos a mí me lo parecía) y a la mañana siguiente soy incapaz de ponerla en pie. A día de hoy, sea la hora que sea… si veo algo con claridad, me levanto y lo boceteo.

En cuanto a técnicas se refiere, en los encargos de ilustración editorial suelo trabajar un primer dibujo o boceto a lápiz y papel, que posteriormente escaneo y trato o doy color de forma digital.
Sin embargo, para mis trabajos personales sí que varío mucho entre la exclusividad de lápiz puro y duro, el óleo, la mezcla entre ambas técnicas, el grabado calcográfico, la litografía… lo único que quizás destaca y une estilísticamente todas las disciplinas es la pobreza cromática. La monocromía se apoderado de mí casi por completo y no sé por cuanto tiempo lo hará. Por ahora me siento cómoda así.

 

Tienes bastante experiencia en el mundo de las revistas. Has colaborado con Tentaciones de El País, con el periódico El Topo, Principia… ¿Disfrutas con los encargos o prefieres crear sin ataduras?
Bueno, como a todo el mundo me gusta no tener directrices ni límites y hacer lo que quiera, cuando y como me apetezca. Pero sí que disfruto mucho con los encargos, con algunos más que otros, eso está claro. Pero en general, me gusta trabajar apoyándome en un texto, es como un juego. Buscar lo que la persona que escribió el texto quiere transmitir, lo que yo he percibido de ello e interpretarlo para los demás, de forma que apoyes al texto sin condicionarlo, contradecirlo ni desvelarlo por completo. Me gusta.

Con los artículos o entrevistas que he ilustrado para El Topo, en concreto, he disfrutado siempre mucho. Suelen ser textos complejos y de actualidad con los que he aprendido muchas cosas y me han hecho replantearme algunas ideas que tenía preconcebidos o directamente no me había parado a pensar.

 

¿Te estás especializando en ilustrar historias/artículos o es un añadido a tu repertorio y no te quieres centrar solo en eso?
Es algo que ha sucedido de forma casual. Y aunque me guste este tipo de encargos, no me importaría que me salieran otras cosas, creo que sería bueno para mi carrera también.

 

Hemos leído en Instagram que has comenzado a tatuar. ¿Cómo lo llevas?
Bueno sinceramente algo estancada. Llevo parada un tiempo, pero me gustaría retomarlo. Me cuesta coger el ritmo, me veo muy limitada a la hora de poder crear algo y me desmotivo, la verdad. Pero bueno, como cualquier otra técnica o material, si no hay practica… no hay aprendizaje. Tengo que ponerme en serio.

 

¿Cómo definirías tu estilo? ¿Qué influencias tienes?
Esto siempre es lo que más me cuesta. Yo lo definiría como agridulce, una simbiosis perfecta entre la ternura y lo grotesco, donde la belleza de una flor y la putrefacción en forma de gusanos, se dan la mano en una composición armónica.

Mis formas son suaves, delicadas y minuciosas… ya sea para representar la libertad en forma de pájaro, como para hablar de decadencia y frustración a través de las entrañas de un animal/ser muerto.

La belleza no está en los objetos, está en los conceptos. Al menos, para mí.

En cuanto a influencias, pondría en primer lugar mi fascinación por las técnicas de grabado calcográfico y litográfico. Durero, Daumier, Mucha, Beardsley, Harry Clarke… la cartelería propagandística del siglo XX, la cromolitografía, el aguafuerte, el buril típico de las clásicas ilustraciones masónicas…
Cercano a esto y que también me influye está la ilustración científica. Dentro de la ilustración científica las que más me atraen son las de tipo anatómica y botánica que generalmente eran realizadas con técnicas de grabado.
Por último, decir que el cómic me encanta
 y, por supuesto, el arte urbano, el cual me toca muy de cerca.

 

¿En tus creaciones qué mensaje es el que intentas transmitir?
En mis obras no hay un mensaje concreto y cerrado. De hecho, no me gusta explicar las obras o tener que justificarlas frente a nadie. Las obras son parte de un diálogo, un ejercicio de comunicación, al que pretendo que el espectador se sume. Obviamente, esto no siempre es así.

Para mí el observador, el que realmente se para y conecta con la pieza, es muy importante, sin él no se completaría el juego y las obras perdería parte de su significado.

Cada persona, según su experiencia, va creando a lo largo de su vida un imaginario personal, lleno de simbolismos y significados propios. Cuando se planta frente a una obra va a conectar con aquello que le resulta familiar, que le llama la atención y le remite a una historia, un sentimiento, un recuerdo… construyendo en él una nueva lectura, personal e intransferible, que le hace parte de la obra, a la cual da significado y termina de construir.

 

¿Qué te inspira?
La vida. Suena muy ñoño, pero así es. Me inspiran los contrastes de una puesta de sol, las gotas de lluvia sobre una superficie, los turquesas del mar de Mallorca, el tacto del musgo, la textura de una roca, el pelaje mojado de un animal, la suavidad de una caricia, la soledad, las conversaciones transcendentales y las banales con amigos, la música, la danza, una persona expresándose a través de cualquier disciplina artística, el universo, la energía, las sensaciones, la muerte…

 

Artistas que te inspiran.
Uff, sería una lista infinita, todos podría decir. Todos los que a mi alrededor se mueven y crean son para mí una fuente de inspiración. Mi compañero de vida el primero, todas aquellas personas que he conocido durante mi formación, las que he conocido en algún evento o exposición, todas las que descubro a diario escudriñando internet… podría empezar una lista que nunca acabaría.

Con nombre y apellidos, te diría que estoy completamente enamorada del trabajo de Jesús Zurita. Si hablamos de ilustración a nivel nacional, destacaría el trabajo de Fernando Vicente o Paula Bonet, dejando atrás aquellos dibujos de chichas con coloretes por los que se dio a conocer, actualmente tiene un trabajo muy interesante.

Pero si te digo la verdad, soy más del pequeño artista de a pie, personas que he descubierto a través de internet o que afortunadamente he tenido el placer de conocer. Artistas que no salen en grandes medios ni son invitados a súper eventos relacionados con el arte, pero que tiene un trabajo fascinante.

 

¿De qué trabajo es del que estás más orgullosa?
Dejo los encargos a un lado, me quedo obviamente con una obra propia, Raíces.
La hice cuando murió mi abuelo y hay un trocito de mí en ella.

Yo no creo en cielos ni infiernos, ni en que cuando muramos vayamos a un sitio mejor donde nos esperan nuestros seres queridos, pero ese día, el día en que mi abuelo se fue, deseé creer en eso con todas mis fuerzas.

No sabía cómo afrontar el dolor, como hacer que doliera menos y por mucho que lo intenté, no conseguí nada. Solo podía dejar pasar el tiempo y asumir la situación, hasta acostumbrarme a ella. Y en ese pensar, recordar, agonizar, llorar… de ahí, de ese corazoncito estrangulado que solo quería aferrarse al recuerdo de su abuelo, puesto que era lo único que le quedaba de él, nació esta obra.

Y aunque no sea mi mejor pieza técnica ni compositivamente, siempre será muy importante para mí. Esto que te explico define perfectamente mi pintura, mi relación con el arte es así, quiero que sea así y necesito que sea así. Para mí, el arte es como vomitar el corazón por la boca en cada una de las piezas. Y eso, está tan presente en esta obra, que me hace sentirme muy orgullosa de ella.

¿Cómo ves el mundo del arte en España?
En cuanto a calidad, lo veo exuberante. Hay grandes artistas en todas las disciplinas, desde el arte más tradicional, pasando por el graffiti, la ilustración o el tatuaje.

Del consumidor ajeno al mundo del arte, la animadversión hacía lo digital, el primo diseñador, las colaboraciones gratuitas, el comisariado de eventos, el mercado del arte, las becas o las fundaciones prefiero no pronunciarme. No creo que mi opinión cambien nada, ni me haga ningún favor.

 

¿Te dedicas 100% al arte?
Ya me gustaría, pero es algo que veo bastante difícil, por no decir imposible.
Ojalá esté completamente equivocada, también te lo digo.

 

¿Veremos una web con tienda online de tus creaciones pronto?
Me gustaría. Es algo que tengo en mente desde hace mucho tiempo, pero al final entre una cosa y otra… nunca la saco adelante. Pero sí, contestando a tu pregunta, espero poder presentárosla pronto.

 

Algún sueño… La verdad, es que soy de soñar cosas bizarras que son difíciles de mantener en el recuerdo.

Un libro… Frankenstein. Quien solo conozca la historia de pasada, por oídas o por películas, que por favor lea esta maravilla.

Una serie… Rick y Morty.

Un disco… Roseland in New York de Portishead.

 

¿Puedes adelantarme en qué estás trabajando o ideando ahora?
Tengo un par de proyectos entre manos. Uno de ellos es una nueva ilustración para Principia magazine, con la que estoy realmente emocionada.

Por otro lado, me gustaría buscarme algún sitio para exponer. Hace bastante tiempo que no participo en nada y tengo muchos trabajos por ahí escondidos, que aún no han visto la luz. A ver si me sale algún pretendiente expositivo.

También tengo en mente una segunda incursión en la pintura mural, me llevé un buen sabor de boca mi primera vez y me gustaría repetir. Me cuesta proyectar mi trabajo en esa ubicación, pero siempre está bien salirse de la zona de confort.

 

Recordad que podéis seguir las novedades de Belén Moreno en las siguientes redes sociales y plataformas: Instagram, Facebook, Behance y Domestika. 😉